Lucía Andrea Vinatea Barberena
Diseñadora, antropóloga y empresaria de moda
Quién acuñó el concepto de economía creativa fué el inglés John Howkins, en su libro “The Creative Economy: How People Make Money from Ideas”, donde definió por primera vez a los pilares básicos de actuación de esta economía, que son ocho: arquitectura, diseño, artes, moda, cine, audiovisual, literatura y artes escénicas.
La economía creativa consiste en una forma de transformar a la creatividad en resultados concretos, por ejemplo generando renta y empleos. Además, propone pensar sobre las relaciones en comunidad, promoviendo la diversidad cultural y el desarrollo humano.
Básicamente, es una nueva forma de empreendedorismo, que demanda multidisciplinariedad e innovación. Su objetivo es generar valor económico, basándose en los capitales intelectual y cultural y sobretodo en la creatividad.
Según el órgano brasileño Firjan (Federación de las Industrial del Estado de Río de Janeiro), ¡en 2015 el área creativa aportó 155,6 billones de reales a la economía brasileña!
Sumário
La economía colaborativa
La economía creativa viene a ser el producto-bandera de la economía colaborativa, que se fundamenta en la innovación abierta, es decir, la empresa se desarrolla con auxílio de su público, permitiendo que los usuarios opinen y trabajen en conjunto en un sistema de intercambio de valor.
Buenos ejemplos de economía colaborativa son AirBnb y Uber: empresas cuyas bases son justamente ese intercambio activo con sus usuarios.
Este tipo de relación colaborativa empresa-usuário solo se hace posible hoy gracias a la tecnología de comunicación que permite formar redes en las cuales el emprendedor puede proponer un determinado negocio a un determinado grupo de personas, de forma colaborativa.
“Outside the box”
El mundo de hoy demanda ideas fuera de lo común. Al emprendedor le toca pensar en modelos innovadores, con nuevos procesos y tecnologías. Y son justamente las áreas creativas, como la moda por ejemplo, las que aportan los ingredientes necesarios para esa transformación.
La misma idea de trabajo debe ser repensada bajo la óptica creativa. En este momento el modelo de las empresas tradicionales no hace tanto sentido, pues lo importante no es el número de horas trabajadas, y si lo que logramos producir en las horas que trabajamos: algo con cual cualquier profesional creativo se puede sentir identificado.