Lucía Andrea Vinatea Barberena
Diseñadora, antropóloga y empresaria de moda
Posiblemente ya nos hemos dado cuenta de que hay bastante agitación en los medios a respecto del consumo consciente y de la moda sostenible.
Cada vez más personas se preguntan sobre el impacto que pueden tener sus compras y su ropa a nivel social y ambiental.
Esto abre espacio a innovaciones por parte de las industrias y de las empresas y claro, a cambios concretos en el comportamiento de consumo.
Mostraremos aquí algunas de las nuevas prácticas de consumo consciente que ya se ven en el mundo de la moda.
Sumário
Segunda Mano
Muchas veces la ropa sobrelleva al tiempo: duran años y años y nadie sabe bien qué hacer con ellas. Una excelente alternativa son las tiendas de segunda mano: tanto para dejar ropa que uno ya no usa como para adquirir “nuevas” prendas que muchas veces han sido estrellas en décadas pasadas y hoy se han convertido en clásicos.
Hay verdaderos tesoros en las tiendas de segunda mano. Averigua dónde están esas tiendas en tu ciudad y atrévete a zambullirte en medio a tanta ropa increíble.
Slow Fashion
Al contrario del Fast Fashion, el Slow Fashion es un movimiento que respeta la velocidad de la naturaleza (por ejemplo, en la disponibilidad de materia prima), además de producir piezas más duraderas y atemporales.
Las industrias de la moda deben rever sus métodos productivos para acercarse más al Slow Fashion, una alternativa más segura y sostenible. La tecnología es una excelente aliada en este sector, pues puede optimizar procesos y disminuir desperdicios.
Hecho a Mano
Existe muchísimo talento en nuestro pueblo. América Latina está repleta de artesanos extremadamente competentes y hábiles, dueños de técnicas muchas veces milenarias. ¿Por qué no utilizar todo ese talento y creatividad?
Asociar la mano de obra artesanal a la producción industrial de moda es muy buen negocio, pues además de generar empleo y valorizar la cultura local, se agrega un valor intangible a cada prenda, que pasa a ser única y exclusiva.
Materiales naturales y orgánicos
Utilizar materiales naturales y orgánicos soluciona dos grandes problemas de la industria de la moda: la utilización de recursos naturales no renovables (como el petróleo) y el descarte de productos que no sean biodegradables.
Los materiales naturales y orgánicos provienen de fuentes seguras y tienen menor impacto una vez descartados. Cada día aparecen más alternativas de materiales, como la fibra de bambú, el algodón orgánico, la fibra de coco…
Nuevamente, la tecnología entra aquí como gran aliada para lograr transformar esos materiales innovadores en telas que se puedan efectivamente utilizar.
Comercio Justo
Después de tantos escándalos de mano de obra esclava en las industrias de moda, el Comercio Justo aparece como una alternativa muy interesante: se trata de asegurar que los productores reciban una remuneración justa por sus trabajos, evitando así la explotación.
Hay entidades que certifican a las empresas que trabajan con Comercio Justo, por medio de auditorías.
Teñido Natural
El teñido industrial es uno de los sectores más contaminantes de la industria de la moda: además de utilizar mucha agua, se descarta una gran cantidad de productos químicos. Los tintes naturales son excelentes alternativas pues son biodegradables.
Los pueblos andinos, por ejemplo, conocen técnicas milenarias de teñido natural y ¡vaya bonitos colores que tienen!
Grupos de intercambio de ropa
En las principales ciudades de Brasil es muy común encontrar grupos en Facebook dedicados al intercambio de ropas. Funciona como las tiendas de segunda mano, pero de manera digital.
Los integrantes de los grupos se contactan y quedan en encontrarse en algún lugar céntrico (estaciones de metro, por ejemplo) y realizan allí sus ventas/intercambios de ropa.
Fuente de Investigación: Troca Troca Fashion.