Por Lucía Andrea,
Diseñadora, antropóloga y empresaria de moda
El primer registro de un objeto semejante a las gafas parece ser alrededor de 500 a.C., en China, en los textos de Confucio. La producción del primero modelo fué en el siglo XVIII, pero con lunas planas. En ese momento, servían solamente como diferenciadores sociales.
Las primeras lunas de corrección, que aparecieron mucho después, eran hechas de piedras semipreciosas, transformadas en finas camadas que funcionaban como lunas de aumento. Pero las primeras lunas de vidrio fueron creadas en Murano, una de las islas de Venecia, en Italia, tradicionalmente conocida por sus trabajo en cristal.
Después de mucho tiempo y muchos cambios, en el siglo XV, las gafas “pince-nez” eran las favoritas. No tenían soporte para las orejas, pero se apoyaban en la nariz. Luego vinieron los Lornhons, con un soporte lateral para ser sujetada por el usuario. Y, finalmente, en el siglo XVII, surgieron los soportes fijos para apoyar las gafas a las orejas.
Pero fué solamente en los primeros años del siglo XX que las gafas adquirieron su forma actual y se adaptaron perfectamente a la anatomía humana. Hoy realmente existen una infinidad de tipos, tamaños y materiales. Además de auxiliar a corregir la visión, son artículos de moda importantísimos para cualquier ocasión.
Para aquellos que añoran las gafas del siglo XX, existen marcas especializadas en recolectar monturas antiguas, restaurarlas y sustituir las lunas. Puedo mencionar la marca brasileña Óculos Retrô, que posee una amplia colección de gafas originales de los años 1960, 1970, 1980 y 1990, todas restauradas. Desde aviadores clásicos, a extravagantes monturas invertidas y misteriosas gafas “cat eye”, la marca ofrece una infinidad de gafas exclusivas, con lunas de colores deliciosos y teñidas artesanalmente, una por una.
Y para aquellos que quieren saber más sobre, puedo recomendar el libro Eyewear, de Taschen. Arriesgo decir que sea la publicación más completa sobre el tema, además de tener un layout e imágenes muy bien presentadas. Y para quien quiera conocer las gafas antiguas personalmente, recomiendo visitar el Museu dos Óculos Gioconda Gianinni, en São Paulo, Brasil. El museo cuente con una colección bellísima, repleto de piezas-ícono y exhibe también el maquinario utilizado antiguamente en las ópticas.
Fuentes de Investigación
– Wikipedia
– Zeiss
– EOtica
– História de Tudo